Lago de Némesis

Esta demonio si me estaba cayendo mejor.
- Genial, me supongo que nos llevaremos bien. - La miré con una sonrisa alegre que me llegó hasta los ojos.

Yo la verdad es que no tenía fascinación por ninguna raza, pero tampoco me ineresaba tenerla.

- Y no es que esté arta de ustedes, simplemente me tiene arta ir encontrando razas sin ser la mía. La casualidad es que todas son demonias - Me reí no con muchas ganas.

-Espero que sí-. Respondí sonriente a su comentario de que nos llevaríamos bien. Luego me di cuenta de algo: yo no había dicho en voz alta que ella parecía hartarse de los demonios.

Asi que lees mentes... Pensé, estando segura de que me escucharía.

- Pues si. - Dije sonriente y orgullosa - Ese es uno de mis dones, ¿tu tienes alguno? -

Al fin alguien no podía saber lo que pensaba.

-Oh, claro que sí, ¿Quieres que te los muestre?-. Le dije con una sonrisa maliciosa. Siempre era más divertido cuando se podía hacer una demostración.

- ¡Claro! - Dije divertida y atenta a su <demostración>

La miré, frunciéndo el entrecejo y esbozando una sonrisa, y dejé que el calor me invadiera. Cada fibra de mi ser comenzó a arder, con las llamas del mismisimo Infierno, y mis puños se transformaron en dos bolas de fuego. Levanté los brazos, y uní mis manos para crear una gran esfera, que pronto quedó flotando en el aire. Hice un movimiento súbito, y el fuego me envolvió. Mis alas se expandieron sin que yo lo permitiera, y comencé a elevarme sobre el fuego. Me estaba dejando llevar, por lo que decidí dejar de alardear tanto de mi control sobre el fuego y pasar al siguiente poder.

Con mi poder de telequinesia, comencé a mover varias rocas que se encontraban en la orilola, ubicándolas en el medio del lago. Terminé creando una montaña de rocas, luego me teletransporté hacia la cima de ésta, y volví al lugar donde antes me encontraba.

Y por último, mi cuerpo desapareció y pasó a ser el de una serpiente. Me deslicé zigzagueando hasta donde estaba Avril, y me enrollé en su pierna. Le mostré los colmillos, más divertida que amenazadora, y luego me alejé para volver a mi forma humana.

-¿Qué te parece? -. Pregunté, radiant de felicidad. Hacía tanto tiempo que no jugaba con fuego...

miro todo lo que habia sucedido , y vi que tmb utilizaba fuego.. mire a avril - hola avril - miro a juliette - creo q el fuego lo tenemos en comun - me rio y me tente a utilizar el fuego..pero decidi q mejor en otro momento - genial lo de telequinesis y metamorfosis - la miro - eres toda una cajita de sorpresas no?

- Sorprendente - Dije sonriendo.
Aunque pueda hacer todo eso, no me supera.

- Ahora, me toca - Le dije con una mirada de interesada.
Me paré enseguida a unos metros de distancia de Juliette, cuando me empezó a rodear el agua por el cuerpo como un espiral. A los segundos alzé una mano y empeze a concentrar la mayor agua en ésta. Cuando me aburrí, me incliné mirando el lago y lanzé como una ola dese mi mano que se zambulló fuertemente en él.

Luego dejé desaparecer el agua de mi alrededor, y pasé a mi siguiente don, telequinesis, que Juliette también lo tenía asique no se sorprendería.

Miré mis maletas tiradas desordenadamente en el pizo e hice que se acomodaran prolijamente una al lado de la otra.

Moví mi mirada hacia Juliette, y dije - ¿Y a tí qué te parece? - con una mirada divertida. A mí nadie me supera.

mire a las chicas y mire los poderes de avril - eres muy buena tambien - mire a todas - creo q es tiempo de que me retire, no acostumbro a estar tanto tiempo en un mismo sitio con las mismas personas..espero verlas pronto, un placer conocerlas - le sonrei - y ya saben cualquer problemilla estare encantada de colaborar - pense en q me gustaria una peleilla pronto , a menos q encontrara algo con q entretenerm , me despedi con la mano y desplegue mis alas y sali de alli

Miré atenta la demsotración de Avril. Era buena, pero yo era mejor.
-No está mal-. Dije, arrogante. Me despedí de Mina con una sonrisa y un saludo con la mano-. Bien, y ¿porqué estás aquí?-. Pregunté, para sacar un tema de conversación.

- Nos vemos - Le dije a Mina despidiendome.

- Para conocer nuevas razas - Le contesté a Juliette su pregunta, - Solo he convivido con unos pocos vampiros. Y tú, ¿por qué viniste?-

Me habia quedado en mis pensamientos.
Hasta que vi a Mina volar. Miro hacia un costado, una nueva, un demonio.

Avril, le comentaba que era lo que le habia traido a este lugar.
Y ahora le habia tocado a la nueva chica comentar.

-Me había ido de casa a recorrer Europa, pero pronto me aburrí y decidí buscar un lugar donde instalarme y poder ser mí misma sin problemas. Y luego escuché hablar de este lugar y me dije: "¿Por qué no?"-. Sonreí, y miré a la otra demonio, quien parecía haber vuelto a la realidad-. ¿Y tú, porque estás aquí?

No queria comentar de eso de nuevo. Tocar ese tema me ponía incomoda.

- Digamos que mi infancia, y conocer nueva gente me llevo a encontrar un lugar tranquilo -. Me limite a contestar.

Noté que le incomodaba hablar de la razón de su llegada, por lo que me contuve de tocar ese tema.
-¿Y ya tienes dónde quedarte aquí?-. Pregunté, tratando de cambiar de tema.

- Pues, desde que llegue he estado buscando un lugar, pero no lo encuentro -. Le respondi contemplando su mirada.

- ¿Tu? -. Pregunte con una amplia sonrisa. Quiza, ella tampoco habia encontrado ese lugar. Podriamos vivir juntas, con Avril..

-En realidad, yo tampoco. Planeaba quedarme en algún hotel, pero realmente no lo sé-. Dije, encogiéndome de hombros y haciendo una mueca-. Tal vez podríamos buscar una residencia juntas-. Amplié mi sonrisa.

- Si, me encantaria -. La miré contemplando su sonrisa.

- ¿Que te parece Avril? -.

- No tengo problema, me aprece bárbaro -

Ya que todas nos llevamos bien, hay que aprovechar.