Tu último aliento
2 participantes
Tu último aliento
Noche tras noche, preguntándome, para que sirve esta vana existencia, este deseo incontrolable, que me vuelve loco, me vuelve una bestia, un monstruo.
Mis manos, de una paliza tez, a simple vista no reflejan los pecados que son cometidos por ellas, y mis labios, conectados con el mismo infierno, esta melancolía que me envuelve, que hace que mire la luna, grande, y radiante, en el cielo nocturno, mientras las estrellas intentan imitar su esplendor.
-Ojala...ojala pudiera ser tan libre como tu, tan imprescindible, tan hermosa, tu eres aquella que observa desde allí arriba como nosotros, todos nosotros nos pudrimos en el olvido, y yo me pregunto vieja amiga, que durante milenios me has acompañado, y tu, que has presenciado todo lo que les rodea, todo lo que me rodea...¿no podrías llevarme contigo?, no puedes librarme de esta sed que me mata todas las noches, que me obliga a matar...para sobrevivir
exhale una bocanada de aire, mis ojos, ambarinos, reflectantes en medio de la noche, mi rostro inexpresivo, saltando por los tejados al son de una melodía macabra que se arrejunta en mi cabeza, que nunca me dejara escapar, quien será el siguiente, quien volverá a caer presa del pánico, de la lujuria, quien se adentrara, y hundirá su cabeza en mi pecho, mientras mi amargo aullido recorre los callejones en la noche, mientras mis lagrimas, lagrimas de un ser despreciado por la sociedad, temido, y apartado, brotan recorriendo mis mejillas asta salpicar en el frío suelo.
No me ha costado mucho dar con el olor, un fuerte olor a jazmín, proveniente de una hermosa dama, de cabellos pelirrojos que arden como el fuego, un cuerpo de vértigo, una delicada y fina piel, unos ojos que destellan, unos ojos que atraen, un aroma tan exquisito, que hace que sigilosamente me deslice a trabes de las sombras, asta colocarme a su altura, cogerla por la cintura y rozar mis labios por la finura de su dule cuello, ella no siente acoso, se da la vuelta, y acaricia mi rostro como nunca ninguna lo había hecho, ella se acerco lentamente a mis labios, y los rozo de manera provocativa apartándolos de un lado a otro, haciendo que fuese el desencadenante de hacérmelos buscar, yo acariciaba su espalda, y hacia que se arrejuntase mas a mi, y por algún extraño motivo no podía separarla de mi, pero, tampoco deseaba acabar con la vida de algo tan bello y hermoso, dos enormes lagrimas brotaron de mis ojos, empapando mi vista, haciendo que la abrazara y apoyando mi cabeza en su hombro, mientras ella, lentamente y soltura acariciaba mi pelo, se acercaba a mi cuello, rozaba su lengua con este, y clavaba sus colmillos en el, cai de rodillas por la perdida de sangre "El cazador, cazado" Entre susurros le dije al oído
-¿Eres tu...mi luna?...
Y cuando ella dreno asta la ultima gota de sangre de mi cuerpo, mi visón se nublaba, caí de espaldas dándome con el duro suelo, la mire y extendí mi mano, intentando alcanzarla, sus ojos, brillaban tan fuertes que podía sentir que la luna estaba a unos escasos centímetros de mi. Ella, se acerco asta mi rostro, relamió la sangre de sus labios y con una mirada tierna, me beso, deje que su aroma fluyese dentro de mi, mientras, ella, se marchaba por el callejón, camino del infierno, y yo, tumbado en el suelo...con mi ultimo aliento
Mis manos, de una paliza tez, a simple vista no reflejan los pecados que son cometidos por ellas, y mis labios, conectados con el mismo infierno, esta melancolía que me envuelve, que hace que mire la luna, grande, y radiante, en el cielo nocturno, mientras las estrellas intentan imitar su esplendor.
-Ojala...ojala pudiera ser tan libre como tu, tan imprescindible, tan hermosa, tu eres aquella que observa desde allí arriba como nosotros, todos nosotros nos pudrimos en el olvido, y yo me pregunto vieja amiga, que durante milenios me has acompañado, y tu, que has presenciado todo lo que les rodea, todo lo que me rodea...¿no podrías llevarme contigo?, no puedes librarme de esta sed que me mata todas las noches, que me obliga a matar...para sobrevivir
exhale una bocanada de aire, mis ojos, ambarinos, reflectantes en medio de la noche, mi rostro inexpresivo, saltando por los tejados al son de una melodía macabra que se arrejunta en mi cabeza, que nunca me dejara escapar, quien será el siguiente, quien volverá a caer presa del pánico, de la lujuria, quien se adentrara, y hundirá su cabeza en mi pecho, mientras mi amargo aullido recorre los callejones en la noche, mientras mis lagrimas, lagrimas de un ser despreciado por la sociedad, temido, y apartado, brotan recorriendo mis mejillas asta salpicar en el frío suelo.
No me ha costado mucho dar con el olor, un fuerte olor a jazmín, proveniente de una hermosa dama, de cabellos pelirrojos que arden como el fuego, un cuerpo de vértigo, una delicada y fina piel, unos ojos que destellan, unos ojos que atraen, un aroma tan exquisito, que hace que sigilosamente me deslice a trabes de las sombras, asta colocarme a su altura, cogerla por la cintura y rozar mis labios por la finura de su dule cuello, ella no siente acoso, se da la vuelta, y acaricia mi rostro como nunca ninguna lo había hecho, ella se acerco lentamente a mis labios, y los rozo de manera provocativa apartándolos de un lado a otro, haciendo que fuese el desencadenante de hacérmelos buscar, yo acariciaba su espalda, y hacia que se arrejuntase mas a mi, y por algún extraño motivo no podía separarla de mi, pero, tampoco deseaba acabar con la vida de algo tan bello y hermoso, dos enormes lagrimas brotaron de mis ojos, empapando mi vista, haciendo que la abrazara y apoyando mi cabeza en su hombro, mientras ella, lentamente y soltura acariciaba mi pelo, se acercaba a mi cuello, rozaba su lengua con este, y clavaba sus colmillos en el, cai de rodillas por la perdida de sangre "El cazador, cazado" Entre susurros le dije al oído
-¿Eres tu...mi luna?...
Y cuando ella dreno asta la ultima gota de sangre de mi cuerpo, mi visón se nublaba, caí de espaldas dándome con el duro suelo, la mire y extendí mi mano, intentando alcanzarla, sus ojos, brillaban tan fuertes que podía sentir que la luna estaba a unos escasos centímetros de mi. Ella, se acerco asta mi rostro, relamió la sangre de sus labios y con una mirada tierna, me beso, deje que su aroma fluyese dentro de mi, mientras, ella, se marchaba por el callejón, camino del infierno, y yo, tumbado en el suelo...con mi ultimo aliento
Última edición por Rinoku_Urusai el Dom Mar 01 2009, 19:42, editado 1 vez
Rinoku_Urusai- Cantidad de envíos : 36
Edad : 32
Fecha de inscripción : 01/03/2009
Hoja de personaje
Raza: Demonio(Angel-caido)
Cualidades: inteligencia, agilidad, santus
Re: Tu último aliento
Aisss, nunca te había visto escribir ninguna historia... escribes genial^^
Pero aún así, repasaté lo que has escrito, que creo que se te ha escapado alguna faltilla por ahí.
Pero por lo demás.... me encanta^^
Tiene continuación??
Pero aún así, repasaté lo que has escrito, que creo que se te ha escapado alguna faltilla por ahí.
Pero por lo demás.... me encanta^^
Tiene continuación??
Vanessa R. Black- Cantidad de envíos : 384
Edad : 29
Localización : HAciendo deberes (que rollo :( )
Fecha de inscripción : 15/02/2009
Hoja de personaje
Raza: Diablesa
Cualidades: Telequinesia, ocultar y leer mentes.
Re: Tu último aliento
Si bueno, lo de las faltas, es algo tipico en mi, sobre todo las malditas tildes. Y no, no tiene continuacion.
Grax saludos
Grax saludos
Rinoku_Urusai- Cantidad de envíos : 36
Edad : 32
Fecha de inscripción : 01/03/2009
Hoja de personaje
Raza: Demonio(Angel-caido)
Cualidades: inteligencia, agilidad, santus
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.