Bosque

[ZONA DE ROL]

Altos árboles frondosos hacen del bosque un lugar mágico. Es fácil perderde asi que ten cuidado.

Spoiler:

Llegué allí, había un ángel junto a una chica cuya raza desconocía. Eran las primeras personas que me encontraba en aquel misterioso lugar, me acerqué a ellas animada.
-Hola, ¿Molesto? -Les pregunté, no podía disimular la emoción que había en mi voz, esperaba que la respuesta no fuera afirmativa.

Cuando al fin mis alas se sintieron satisfechas, aterricé en el primer lugar que tuve cerca. Era un bosque, al mejor estilo Blanca Nieves. Comencé a caminar con mis alas aún visibles por allí, tenía la tentación de provocar un pequeño incendio en ese lugar tan lleno de paz, pero decidí no crearme problemas siendo tan nueva. Ya tendría tiempo de sobra.

Mientras caminaba, divisé a tres personas. Ya habia visto a una de ellas, pero a la otras dos no. Las observé por un momento.

Ángeles Pensé con desprecio. Oculté mis alas y me acerqué.

-Naminé, ¿cierto?-. Pregunté con una media sonrisa. Miré a las ángeles con desprecio, y les dirigí un gesto con la cabeza en forma de saludo.

Me giré hacia la recién llegada y la miré con desprecio, era un demonio y no me gustaba nada.
-Perdona que no me haya presentado hasta ahora -Le dije a la supuesta Naminé.
-Mi nombre es Lynd, encantada -Le dije un poco aburrida.

Me senté en una de las ramas de un árbol mientras pensaba en mis cosas y miraba a la tal Juliette con desprecio... no me caían muy bien los demonios, pero aquella se llevaba el premio.
-Igualmente -Le respondí con una sonrisa dibujada en los labios.

Asentí ante la pregunta acerca de mi nombre que hizo Naminé. Una de los ángeles se presentó, y me miró con desprecio. Tuve que morderme muy fuerte el labio para no partirme de la risa allí mismo. ¿Qué podría hacer un ángel contra mí? Una vez más hice un esfuerzo para contener la carcajada que amenazaba con salir de mis labios, al imaginarme a ella tratando de atacarme.

-Dime, Naminé, ¿por cuánto tiempo ha estado este lugar desierto?-. Pregunté, ya que habia notado que apenas habitaban personas allí.

Naminé pensó un momento su respuesta.
-¿200 años? Wow, ¿y qué hacías en todo ese tiempo? Es decir, no creo que pasases todo el día sentada en el bosque...-. Dije. La curiosidad ya me estaba comenzando a ganar.
Mi peor defecto Pensé.

-Hola encantada -La saludé.
-¿Natasha? -Le pregunté -Que nombre más bonito -Seguí diciendo con una
amplia sonrisa dibujada en mis labios.

Miré al recién llegado, de arriba a abajo, era un vampiro.
Lo saludé con un gesto de cabeza...
-Hola -Le dije después de que pasara un tiempo.