Playa

De Tennesse-dije pensando en mi infancia.- Cuentame algo de tí daf, quiero conocerte más.-Dije mirando sus bonitos ojos

-Vivi rodeada de humanos hasta los 14. Mis padres me educaron para que no me convirtiese en loba delante de ellos, y lo consegui hasta que....un dia cometi un error que nos costo a mi y a mis padres el tener que huir de Londres para que no nos matasen....
*Me quede mirando el agua recordandoese dia...el dia que me converti ante él y él salio corriendo. Mire de nuevo a Emmett y le dedique de nuevo una sonrisa.*
-Pero como me digeron mis padres....todo el mundo comete errores en la vida, nadie es perfecto.

Te dolio dejar Londres, es decir.. dejar tu vida atras?- dije muy atento a la historia

*Baje la mirada a la arena al oir su pregunta*
-Si, me dolio dejar Londres pero lo que mas me dolio fue ver a mis "amigos" de toda la vida dandonos caza a mis padres y a mi...
*Comente en un triste susurro. Me dolia recordar esos momentos pero mis padres me habian dicho que no debia olvidar el pasado, que las cosas que nos pasaban eran experencias. Levante la vista y le dedique una dulce sonrisa*
-Pero bueno, hui de Londres pero llegue aqui, toda cosa mala tiene una buena.

Sss, que feo lo de tus amigos, lo siento- dije, clavando la mirada en el suelo.- Así que aquí estas feliz? dije, aunque ya sabía la respuesta o eso creía...

-Bueno...solo eran humanos asustados...
*Dije soltando un suspiro. escuche su pregunta y sonrei.*
-Si, aqui estoy bastante bien.

Supongo que también me asustaría si fuera humano...- dije pensativo.- Y que te hace feliz de aquí?

-Que me hace feliz....
*Murmure mordiendome el labio inferior.*
-Karisia es un lugar hermoso, todos los lugares tienen algo...magico. Tambien me hace feliz que hay gente como yo, y gente de diferentes razas que tampoco se pueden mostrar tal como son a los humanos. Y tambien me gusta la gente que hay por aqui.
*Dije mirandole con una sonrisa.*
-Y tu, como llegaste aqui¿?

Me rompieron un par de veces el corazón- dije un poco apagado- y un día desplegue las alas y me vine aquí buscando felicidad como te había contado. Pero bueno, aquí soy feliz al menos.- Dije recobrando el animo

-entonces bienvenido al club de los corazones rotos.
*Dije estrechando su mano y riendome*

Sorprendido por su respuesta dije- Que te paso a tí?

-Me encamoe de un humano y le mostre mi otra parte, mi parte loba, salio corriendo y a los dos dias, mis padres y yo teniamos a una multitud en nuestra casa con intencion de matarnos.
*Me encogi de hombros haciendome la indiferten*
-Por eso tuvimos que huir, por que me enamore del chico equivocado

Yo me hubiera quedado sin imortar que fuses, ese chico no sabía lo que se estaba perdiendo- dije un tanto enfadado de pensar en ello. -Damos la vuelta?- Pregunté. Habíamos caminado mucho. -De lo entretenido que estoy no noté lo mucho que habíamos caminado.- dije, mientras solté una risita.

*Le di un beso en la mejilla al oirle.*
-Gracias por decir que te quedarias.
*Le dije con una dulce sonrisa. Me di cuenta que tenia razon, que nos habiamos alejado bastante.*
-Claro, demos la vuelta.

Me sonrojé al sentir sus delicados labios en mi mejilla.-De nada, solo decía lo que pienso- En ese momento la miré a los ojos y le guiñé uno de los míos.

*Sonrei y di la vuelta empezando a caminar de vuelta.*
-Y tus padres, ya te dejaron venir¿?

Al ver que se dio la vuelta, seguí su movimiento y volvimos a caminar uno al lado del otro.- Sí, mis padres me mandaron aquí para aprender todo lo que nesecito como angel. Los tuyos vinieron contigo?

*Negue con la cabeza al escucharle*
-No, al principio insistieron en venir conmigo, pero un poco de peloteo a mi padre, y unas cuantas carias de niña buena a mi madre y.....huala. Me dejaron venir sola.
*Dije divertida*

Reí entre dientes, y miré con una sonrisa a Daf. Me mantuve unos segundos así hasta que, una pierda en la arena, me hizo tropezar lelamente.

*Me gire para mirar a Emmett pero vi que no estaba . Mire hacia abajo y lo vi en el suelo. Me mordi el labio inferior intentando no reirme pero finalmente estalle en carcajadas*

Cuano oí sus carcajadas me sentí algo avergonzado, pero luego cuando me imaginé volando por los aires, me uní a ella riendo con ganas y sin veguenza.-Fue por gusto - dije mientras me paraba de un salto.